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Sitio Especial 29 de Julio


Patrimonio Cultural

Misiones jesuitas de San Ignacio Miní (Misiones), declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1984.   Los inicios de la utilización del concepto patrimonio se pueden rastrear en la Europa del siglo XVIII. Se entendía que el patrimonio estaba constituido por el conjunto de obras consideradas trascendentales y legítimas. El concepto de patrimonio se concebía “por lo general como un conjunto preciso, limitado y relacionable de cosas, de bienes. Nos encontraríamos ante una idea de patrimonio estrictamente correspondida con una serie de elementos discretos, reconocibles y delimitados; aislables y valorables “per se””.  Mosquera, Eduardo: “De la utilidad de la arquitectura para el patrimonio”, en: Arquitectura y Patrimonio. Memoria del futuro. Una reflexión sobre la relación entre patrimonio y arquitectura, Sevilla, Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, 1992, p. 16.  Así, eran considerados parte del patrimonio objetos materiales tangibles, raros o escasos, antiguos y bellos. Limón Delgado, Antonio: “Patrimonio ¿De quién?” en: Patrimonio Etnológico. Nuevas Perspectivas de Estudio,Granada,  COMARES, 1999, p.10.  Esta idea de patrimonio se vincula con un conjunto de bienes histórico-artístico-monumentales nacidos para perpetuar la grandiosidad y el prestigio de las sociedades y se encuentra unida –especialmente en Latinoamérica- a la concepción de las élites que participaron de la conformación de los Estados nacionales desde fines del siglo XVIII.

Patrimonio cultural también es definido como el producto de la inteligencia y del aprendizaje adquirido en el tiempo; adquiere valor debido a que es sobre él que las generaciones venideras podrán asentarse sobre estructuras culturales que les posibiliten el conocimiento de sí mismas y como proveedoras de un pasado particular.

El término patrimonio tiene su origen en la palabra latina pater-monium; pater significa padre, es decir, es aquello que el padre lega a su hijo y, por extensión, el conjunto de bienes heredados de los antepasados y la transferencia de los mismos de generación en generación. Se trataría de un proceso de búsqueda de la identidad, de búsqueda de los cimientos de la comunidad construidos por los sujetos sociales que la integran y deciden aportar a algo en común.

La Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural aprobada por los miembros de la UNESCO en noviembre de 1972, declara que “[...] se considerará "patrimonio cultural":  los monumentos: obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia. Los conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia. Los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza así como las zonas, incluidos los lugares arqueológicos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico”.

Escena de caza de guanacos.  Sitio arqueológico “Cueva de las manos” (Prov. Santa Cruz), declarado  patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1984.   El patrimonio culturalestá conformado por elementos tangibles e intangibles que dan cuenta del pasado de una comunidad, definen su identidad, pero esos elementos no son inertes, ya que desde el presente los miembros de la comunidad reconstruyen, seleccionan e interpretan el pasado y construyen la continuidad social que a la vez, legarán a las generaciones siguientes.  

Los elementos que forman parte del patrimonio cultural fueron clasificados por especialistas en tangibles e intangibles.

Patrimonio cultural tangible: se compone de bienes culturales inmuebles -que no pueden trasladarse-  y abarca monumentos, edificios, lugares arqueológicos, entre otras; bienes culturales muebles -bienes que pueden trasladarse de un lugar a otro- que incluyen objetos como pinturas, cerámicas, orfebrería, mobiliario, esculturas, monedas, libros, armas, máquinas, textiles, entre otros. En los últimos años se incorpora al patrimonio cultural tangible el llamado patrimonio industrial que incorpora los bienes inmuebles y muebles adquiridos o producidos por una sociedad en relación a sus actividades industriales.

“El Gaucho Martín Fierro y la Vuelta de Martín Fierro” obra literaria de José Hernández. Edición con Ilustraciones de Tito Saubidet. Buenos Aires, Domingo Viau Editor, 1937.   Patrimonio cultural intangible: lo constituye el patrimonio intelectual como la literatura, las teorías científicas y filosóficas, la religión, los ritos y la música, así como los patrones de comportamiento y culturales que se expresan en las técnicas, la historial oral, la música y la danza que son recreados cotidianamente por los integrantes de las comunidades y transmitidas por ellos de generación en generación. Es posible conservar elementos materiales de este patrimonio en escritos, partituras musicales, imágenes fotográficas, entre otros. La transmisión de información acerca del contexto de producción de esas obras –saber quién la produjo, cómo, cuándo, para qué- es un componente esencial del patrimonio cultural intangible. Este tipo de patrimonio se compone del llamado patrimonio cultural inmaterial y del patrimonio cultural documental. El primero incluye al folclore, el arte popular, las leyendas, el arte culinario, las ceremonias y costumbres, etc. Se trata de usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas, asociados a los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que pertenecen a los miembros de una comunidad y que son transmitidos de generación en generación, en forma oral o mediante demostraciones prácticas. El segundo  incluye documentación -libros, periódicos, revistas y otros materiales impresos; grabaciones de audio, audiovisuales; fotografías, mapas- que se conservan en archivos, bibliotecas e instituciones afines.

El patrimonio cultural, esa herencia cultural  que contribuye a la conformación de la identidad y  sentido de pertenencia a una comunidad -local, provincial, nacional-  debe ser respetado, conservado y protegido, para que todos los ciudadanos puedan contemplarlo, valorarlo, disfrutarlo,  utilizarlo, recrearlo y, por supuesto, transmitirlo a las generaciones futuras.

Los miembros de UNESCO, en su 17ª reunión realizada en 1972, aprobó la  “Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural”, lo invitamos a leer un fragmento de ella.