Dirección General de Cultura y Educación
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Sitio Especial 29 de Julio


Cultura

A menudo oímos o leemos frases tales como:

- cultura de la empresa, entendida como sistema organizativo y de valores de una institución concreta;
- cultura de la pobreza, como la aplicación del concepto antropológico a un determinado grupo social;
- cultura del consumo, como la denominación de una mentalidad, ethos o actitudes asociadas a un colectivo o sociedad concretos;
- cibercultura, la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación como internet.
- cultura como sinónimo de civilización y progreso.
- cultura escolar, física, del fútbol, de la violencia, acepciones que se aplican, sin demasiado rigor, a los más variados fenómenos;

Tales frases expresan el carácter polisémico, es decir, con multiplicidad de sentidos asignados a la palabra cultura según el contexto en que aparezca, como también, la confusión generada por el uso equívoco del término.

El Diccionario de la Real Academia Española (vigésima segunda edición) asigna varias acepciones al vocablo cultura. Lo presenta como 1) cultivo –sin más- lo que lleva a pensar en la la labor del campo o el ejercicio en que se emplea el labrador o el jardinero; 2) lo vincula al culto religioso, en el sentido de reverencia o adoración; 3) lo describe como el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico, es decir como el cuidado y aplicación para que alguna cosa se perfeccione, como la enseñanza en un niño o un joven, para que pueda lucir su entendimiento.

Calendario agrícola medieval La primera acepción del término cultura proviene de una sociedad agrícola y se vincula con el esfuerzo, aplicación, disciplina y cuidado destinado al trabajo de la tierra –bien natural- para conseguir que las semillas den sus frutos. Este esquema parece haber sido modelizador para otros procesos de perfeccionamiento social, en particular, la educación de los niños y jóvenes. Metafóricamente, éstos serían las semillas a las cuales los adultos tendrían que destinarle cuidados, disciplina, para lograr que alcancen el perfeccionamiento, es decir, florecer. Cultura es ese proceso de cuidado y dedicación, que tiene por resultado el perfeccionamiento, todo aquello que los seres humanos le suman a la naturaleza. Esta concepción está unida a la idea de que la cultura es el espíritu (las ciencias de la cultura son las ciencias del espíritu) frente a la naturaleza, de carácter no espiritual (sino mecánico, orgánico, biológico). Esta es la idea que encierra la primera acepción, la intervención humana en la transformación de la naturaleza en cultura.

Persona “culta” como conocedora de obras de grandes artistas de la pintura, escultura, música, letras.  La tercera acepción se vincula a la idea de un individuo culto –sea hombre o mujer-, es decir, aquel que adquiere conocimiento de las ciencias, artes y letras, esto es, conocimiento del saber universal. Para ello, es necesario leer libros; no escuchar música vulgar sino de “buen gusto”; reconocer la obra de grandes artistas de la pintura y la escultura; manejar en forma amena el arte de la conversación; viajar y conocer diferentes modos de vida, comidas típicas, otros idiomas; comportarse con buenas maneras y sutilezas en su círculo social, donde sería reconocido como una “persona culta”. Los parámetros respecto de los conocimientos que debía tener una persona culta, provenían de la etapa de la Ilustración europea del siglo XVIII, luego pasaron a América y aún en la actualidad forman parte de las concepciones que circulan socialmente, a punto tal que, quien no cumple con esos parámetros es denominado “inculto”. Según esta concepción, un individuo no nace culto, sino que se hace. Por ello, es fundamental la educación como proceso mediante el cual cada individuo sale a descubrir su valor como persona. En tal sentido, el Estado argentino –a fines del siglo XIX y en las cuatro primeras décadas del siglo XX- trató, por medio de una educación pública homogeneizadora y a la vez universalista, delimitar imaginarios, disciplinar y configurar subjetividades, sobre todo en la gran población inmigrante que había en el país. En esta acepción, ser culto se vinculaba con la idea de civilización, como motor de progreso económico, tecnológico y de perfeccionamiento social, justicia y racionalidad. Cultura y civilización marchan de la mano y, algunos interpretan, que la cultura y la civilización occidentales –por ser más desarrolladas- son dignas de ser “exportadas” a otros pueblos considerados como “atrasados”, “bárbaros” o “salvajes”. Al interior de América Latina –Argentina incluida- esta concepción se expresó y expresa mediante la dicotomía civilización vs. barbarie. Sus mentores consideraban y consideran que sólo la cultura y la civilización pueden superar el estado de "animalitas" para llegar al de "humanitas"; es decir, la cultura es el camino hacia la “humanización”.

Estas acepciones de cultura como perfeccionamiento social y como ilustración, promueven la conformación de una identidad individualizadora, distintiva y autoconstruida, que conlleva un proceso de diferenciación social en el que “ser culto” es sinónimo de portar un status social superior a quienes no poseen las características mencionadas previamente.

Abandonando estas consideraciones, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) propone que:

Carnaval en la Quebrada de Humahuaca (Jujuy). La fiesta comienza con el desentierro del diablo, al que se lo pasea por las calles del pueblo al son de música, cantos, bailes, máscaras, comidas y bebidas típicas que ahuyentan a los malos espíritus. Luego de ocho días, se reza a la Pachamama (madre Tierra) para que asegure diversión para el próximo año y se vuelve a enterrar al diablo entre hojas de coca, alcohol y cigarrillos. Según la creencia local, el diablo fecundó a la Pachamama, dando origen a las semillas, raíces, troncos y frutos de la región.   “[...] la cultura debe ser considerada el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”.

Definición conforme a las conclusiones de la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales (MONDIACULT, México, 1982), de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo (Nuestra Diversidad Creativa, 1995) y de la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo (Estocolmo, 1998) en Declaración universal de UNESCO sobre diversidad cultural, aprobada en la 31ª reunión de la Conferencia General París, 2 de noviembre de 2001. En http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=13179&URL_DO=DO_PRINTPAGE&URL_SECTION=201.html

El Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires plantea que la cultura debe ser entendida como derecho inalienable que satisfaga el gozo de una ciudadanía plena y la posibilidad política de avanzar en el proceso de transformar las necesidades culturales en derechos culturales, ampliando los horizontes del protagonismo democrático de la población de la Argentina y de la provincia de Buenos Aires. En Alvarez Rodríguez, Cristina: Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Algunos aportes y propuestas para su discurso político, La Plata, Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, s/fecha edición, p. 4.

La cultura es el aprovechamiento social del conocimiento, es fundamento de una identidad colectiva, integradora del individuo en una “communitas" y construye un “nosotros” que comparte un conjunto de valores, creencias, símbolos, tradiciones, costumbres, rituales, prácticas, producciones tecnológicas y artísticas –aunque éstas no sean homogéneas sino con rasgos múltiples y diversos- que favorecen la cohesión, solidaridad del grupo, sentimiento de pertenencia y de arraigo a una comunidad y, a la vez, permite también su diferenciación respecto de otros grupos culturalmente distintos, los que, al ser visualizados como “los otros”, refuerzan aún más ese “nosotros” sustentado en la identidad común que aporta la cultura.

A continuación, proponemos profundizar esta mirada del concepto con la lectura del artículo “Cultura, la memoria de las sociedades”.

 

Cultura, la memoria de las sociedades