Dirección General de Cultura y Educación

Periodismo 1820-1852

El curso de la década de 1820 estará enmarcado por la imposibilidad de alcanzar una organización política estable y duradera y por la ruptura de relaciones entre el gobierno central y las proto-provincias. Fue Bernardino Rivadavia, primero como ministro de gobierno de Martín Rodríguez y después durante su corta presidencia, quien impulsó la instauración de ideas y medidas que tendieran a consolidar una república centralista dirigida por "gente decente"ť. Ser parte de la gente decente implicaba contar con vivienda en el espacio urbano, participar de las asociaciones políticas de la época, concurrir a los cafés donde se discutían ideas y se vislumbraban decisiones, compartir lugares de esparcimiento -alameda, teatros-; es decir, participar en el ámbito público.

Desde esta mirada, periódicos como El Iris Argentino (Mendoza) y los porteños El Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires (1821), El Centinela (1822-23), El Ambigú (1822), El Ciudadano Imparcial (1823), El Mensagero Argentino (1825-27) y, en particular, El Argos de Buenos Aires (1821-25), argumentaban que ante la falta de un cuerpo ciudadano, de una cultura ilustrada y de un desarrollo económico a la altura de los europeos era difícil consolidar una opinión pública que pudiera legitimar el régimen iniciado por la Revolución de Mayo. Los artículos incluidos en estos periódicos favorecieron la unificación de la nación mediante la instauración de una república capitaneada por la élite porteña, considerada como la única experimentada y con la preparación necesaria para encarar esa tarea. Además de noticias políticas y económicas locales e internacionales, sus redactores dedicaron largos párrafos para exaltar los principios liberales de libertad e igualdad y a delinear patrones estéticos progresistas y civilizadores.

Tapa de La Gaceta Mercantil del sábado 5 de julio de 1834.  Mediante las páginas de El Federal, de Córdoba (1826-27); el Espíritu de la Federación Republicana, de Santa Fe (1827) y los porteños La Verdad Desnuda, del Padre Castañeda(1822); El Correo Político y Mercantil de las Provincias Unidas del Río de la Plata (1827-28); El Tribuno, de Manuel Dorrego (1826-27), sus redactores contraponían a la mirada centralista de la élite porteña una concepción política y económica basada en el federalismo sobre la cual decían "[...] sostener con decoro, pero sin debilidad [...]"ť. El Tribuno, N° 1, 11 de octubre de 1826. Estas opiniones atentaban contra el ordenamiento establecido y sus redactores debieron purgar semejante atrevimiento con el exilio o la muerte -tal el caso del padre Castañeda y de Manuel Dorrego-.

Tal situación se revertiría durante la etapa de Juan Manuel de Rosas (1828-52), cuando en los periódicos la voz cantante fue la del federalismo. La Argentina (1830), El Látigo Federal (1831), El Cometa Argentino (1831-1832), El Rayo (1833), pero sobre todo La Gaceta Mercantil (1823-1852), fueron periódicos que defendieron la política oficial y criticaron las publicaciones opositoras considerando que no ofrecían materia ni para censurarlas y que adolecían de la manía de prodigar ciertas palabras y frases tomadas de autores extranjeros contemporáneos, que sonaban bien, pero expresaban poco. El lenguaje utilizado por los redactores era sencillo y buscaba ser accesible a toda la sociedad -sobre todo a los sectores trabajadores que en su mayoría eran iletrados-, de manera que la acción gubernativa y las ideas que la sustentaban tuvieran gran publicidad y concitaran la adhesión de la población. El ministro británico Henry Southern diría de La Gaceta Mercantil: "[...] está directamente bajo su supervisión (la de Rosas) [...] es leída diariamente en todos los rincones del país por las autoridades de distrito; el juez de paz la lee a los civiles, y los comandantes militares a las personas conectadas con el ejército"ť.

"Carta de Southern a Palmerston"ť reproducida en John Lynch, op. cit., págs. John Lynch, Juan Manuel de Rosas: Argentina 1829-1852, Madrid, Mapfre, 1993, p. 323-324.Tapa del primer nĂşmero de El Zonda, del sábado 20 de julio 1839.

En esta época surgieron periódicos como La Moda (1837) gacetín semanal abocado temas culturales como música, poesía, literatura, costumbres tomando como referente a las corrientes europeas. Fue una continuación de las actividades del Salón Literario, -inactivo por entonces- y tuvo como colaboradores a Juan Bautista Alberdi, Demetrio y Jacinto Peña, Carlos Tejedor, Vicente Fidel López, Juan María Gutiérrez, entre otros. Otros periódicos del momento fueron El Desengaño (1831) y El Semanario de Buenos Aires (1838). Si bien, estas publicaciones se autodefinían como apolíticas, realizaban mesuradas críticas al régimen temiendo posibles represalias. En las proto-provincias se publicaron El Estandarte Federal (1841-42), de Mendoza; El Federal Entrerriano (1842-51); El Monitor Federal (1842-44), de Tucumán; El Voto Santafecino (1847-49); El Zonda (1839), de San Juan dirigido por Domingo Sarmiento fustigó la política desarrollada por Rosas. El control comunicacional del rosismo provocó el exilio de algunos redactores, quienes continuaron tratando de mostrar las falencias del régimen desde publicaciones como El Grito Argentino, El Comercio del Plata de Montevideo y El Progreso, El Nacional, El Heraldo Argentino y El Mercurio, de Chile.

Durante este período, las ideas, debates, proyectos reflejados en las publicaciones trataron de ir conformando entre los lectores-oyentes redes de comunicación de contenidos, de promover una toma de postura, de generar argumentos, de construir imágenes del mundo para ser compartidos en el espacio público. Conformar una opinión pública "”más elitista en la década del "™20 y más popular en la etapa rosista"” que legitimara el poder político, que convalidara cierto proyecto de organización en el que esas proto-provincias "”disgregadas y enfrentadas unas veces; conformando débiles alianzas, otras"” pudieran integrarse a un esquema común, continuó siendo el gran desafío de los redactores-políticos, ya que muchos de quienes estuvieron a cargo de las publicaciones o escribieron para ellas, desempeñaban o aspiraban desempeñar cargos públicos. En esta etapa, periodismo y política mantuvieron una intrincada relación.

 

Para evaluar la conexión entre periodismo y política, sugerimos la lectura de artículos aparecidos en el periódico El Tribuno, dirigido por Manuel Dorrego y El Zonda, a cargo de Domingo Sarmiento.

 

El Tribuno   
El Zonda