La cuestión de los llamados géneros periodísticos aparece vinculada originariamente a la primera manifestación histórica del periodismo: la prensa escrita. Desde este primer instrumento, el tema de los géneros periodísticos trascendió a otros campos igualmente periodísticos, pero canalizados a través de otros medios; se habla de distintos géneros en el periodismo radiofónico, televisivo, cinematográfico, etc. No obstante, es preciso admitir que estas clasificaciones llegan trasplantadas desde el primitivo periodismo impreso.
Los géneros periodísticos, tal como aparecen hoy, son el resultado de una elaboración histórica ligada a la evolución del mismo concepto: qué se entiende por periodismo.
Es importante aclarar que no hay, lógicamente, un único estilo periodístico; y que por lo menos se puede hablar de tres modalidades distintas, cada una de las cuales puede ser considerada realmente como un estilo periodístico en sí mismo, diferenciado de los otros. Se clasifican como: estilo informativo, estilo de solicitación de opinión y estilo ameno.
A su vez, existe una íntima relación entre estilos y géneros:
A lo largo de la historia del periodismo, suele haber un predominio de alguno de los estilos y géneros sobre los otros.
En opinión del profesor Ángel Benito: “[...] habría tres etapas en el periodismo. […] Así, el periodismo desde 1850 hasta (la actualidad) podría clasificarse, según estudios de prensa mundial comparada, en periodismo ideológico, informativo y de explicación, en relación a los fines que se han propuesto, en cada uno de estos períodos, los profesionales de la información. Aunque estas tres etapas tienen un desarrollo sucesivo, en muchos casos, hay tipos de periodismo que persisten en la etapa siguiente, a pesar de que vaya cambiando la marcha general de la historia periodística”.
Benito, Ángel: Teoría General de la Información, Madrid, 1973, Cap. 1, p. 71
La primera etapa va hasta fines de la Primera Guerra Mundial, es la del periodismo ideológico, doctrinal y moralizador, con ánimo proselitista al servicio de las ideas políticas o religiosas. Responde, según Ángel Benito, a la etapa parlamentaria iniciada en pleno siglo XIX. Desde el punto de vista formal, se trata de una prensa con pocas informaciones y muchos comentarios, en la que predomina una cierta mentalidad de “sermoneador”, y que se consolida en el género que los anglosajones llaman comment y que se traduce como comentario o artículo.
La segunda etapa, la del periodismo informativo, aparece hacia 1870 y coexiste durante un tiempo con el periodismo ideológico; primero en Inglaterra y luego en Estados Unidos. Ese nuevo estilo se apoya en la narración o relato de hechos; a partir de 1920 la prensa de información se impone en todo el mundo occidental y su auge dura hasta 1950. La progresiva tecnificación de la industria periodística tiene una importancia decisiva en este cambio: predominan la noticia, el reportaje y la crónica.
A raíz de la paz de 1945, el periodismo de explicación surge con extraordinaria fuerza, especialmente a partir de 1950, periodismo interpretativo que utiliza equilibradamente ambos géneros básicos- el relato y el comentario-, pero en una nueva perspectiva: el lector encuentra juicios de valor situados al lado e incluso dentro de la narración de los hechos.
El auge del periodismo especializado es uno de los aspectos más estimulantes del periodismo “moderno”, una de cuyas mayores expresiones es hoy el periodismo de investigación.
Mediante este recorrido, se advierte que las cuestiones relativas a lo géneros son cambiantes, pues son construcciones sociales, cuyas conceptualizaciones reflejan características que –a modo de denominador común- presentan las distintas creaciones textuales según variantes de las intenciones comunicativas de cada momento histórico y cada espacio geográfico.