Día de la Enseñanza Agropecuaria
 
Siglo XX > Industrialización
 

La política implementada por el peronismo se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la dirección y regulación de la economía y en la implementación de políticas sociales, que tendieron a mejorar el nivel de vida de los sectores populares a través del pleno empleo y de altos salarios.

Desde 1943 a 1949, la economía vivió una etapa de crecimiento durante la cual la mayor parte de los beneficios producidos por el agro fueron reinvertidos en el sector urbano-industrial que se pretendía fomentar.

Domingo Mercante, por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, estaba convencido de que la cuestión agraria era una de las problemáticas centrales de su gobierno, vinculada también al desarrollo de la colonización, porque asegurando a los campesinos el acceso a la propiedad de la tierra se detendrían las migraciones hacia la ciudad. En tal sentido, se creó el Ministerio de Asuntos Agrarios y se sancionó la Ley N° 5286 de Colonización. Las acciones estarían a cargo del Instituto Autárquico de Colonización, que se encargaría de la colonización, arrendamiento, administración y venta de las tierras que fueran del Estado o de las que el Estado considerara necesario expropiar. También se encargaría de brindar a los colonos la asistencia técnica, económica y social necesaria mediante créditos, técnicas de mejoramiento agrícola y ganadero, conformación de cooperativas, promoción de industrias rurales transformadoras, entrega de becas a los hijos de los colonos que desearan ingresar a las escuelas agrícolas oficiales, o la fundación de escuelas agrícolas en las mismas colonias.

Desde la Secretaría de Educación de la Nación se crearon las Misiones Monotécnicas y de Extensión Cultural por Decreto Nº 20.628/47. Se trataba de establecimientos educativos con residencia transitoria que llegaban hasta lugares donde no existían instituciones educativas secundarias. Brindaban capacitación técnica y cultural y cada misión se dedicaba a la enseñanza de una especialidad: mecánica rural, construcciones, carpintería, electrotecnia y otras vinculadas a las actividades agropecuarias, cultura rural y doméstica. Durante el curso, los estudiantes recibían una compensación en carácter de beca -siempre y cuando se tuvieran menos de cinco inasistencias mensuales- y al culminar los estudios se entregaba un certificado de Capacitación Elemental.

La Constitución Nacional de 1949 incorporó un artículo que hacía expresa alusión a la educación rural, a la que se le asignaba la función de despertar en los niños el amor por la vida en el campo y los conocimientos necesarios para el desarrollo de las profesiones agrícolas; las niñas debían recibir formación para la realización de las tareas domésticas en el campo.

Desde 1950, “la vuelta al campo” promovió desde el gobierno nacional un cambio en la política agraria que repercutió en las decisiones provinciales. El gobernador provincial Carlos Aloé puso en marcha un “programa de reactivación agraria” cuyos objetivos centrales eran la colonización, la organización de la enseñanza agraria y el fomento de las cooperativas. Afirmaba Aloé: “[...] nuestra política tiende a armonizar los valores económicos y sociales del agro y a darles impulso por medio de los múltiples resortes estatales [...]”.

Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados, mensaje del gobernador Aloé a la Asamblea Legislativa. 3 de mayo de 1954, Tomo I, p. 22.

Los vaivenes económicos y los intentos de reactivación de la producción agropecuaria influyeron para que en el texto del segundo Plan Quinquenal (1953-1957) se incorporara un párrafo referido a la educación agrícola.

También, desde sus discursos, el presidente Juan Domingo Perón, reforzaba la promoción de las actividades agropecuarias y solicitaba a los legisladores su apoyo para la sanción de leyes que beneficiaran el incremento de la producción, considerando que el campo era pilar fundamental de la independencia económica. Las malas cosechas de los años 1951 y 1952 incrementaron estos pedidos que se hicieron extensivos al sector empresario, organizaciones obreras y a toda la población.

Cumpliendo lo establecido, los libros escolares incluyeron lecturas que expresaban los objetivos del segundo Plan Quinquenal: “Perón quiere que el campo produzca mucho y que su población humana sea feliz [...] Las asociaciones de campesinos o cooperativas le facilitarán la maquinaria para poder producir más con menos trabajo. El gobierno fijará los precios más altos a los productos del campo [...] En todas las escuelas se difundirá la benéfica acción del campo. Muchos niños y jóvenes, se dedicarán a las tareas agropecuarias”.

Casas, Blanca Alicia: El Alma Tutelar. Libro de lectura para primer grado superior. Editorial Luis Lasserre. Buenos Aires.1954. p.45.

Durante el peronismo se profundizó la preocupación por fomentar la educación agropecuaria, teniendo como miras concientizar a la población acerca de la importancia de esa producción y de la tarea llevaba a cabo por la familia campesina, así como también, la importancia de que ésta permaneciera en el ámbito rural.

 

Le proponemos compartir la lectura de un fragmento del decreto Nº 8.954/48 y del Art. 37 de la Constitución de 1949, a partir del cual se crearon escuelas monotécnicas.

Decreto Nº 8.954/48.

  Descargar PDF
     
Constitución Nacional 1949.   Descargar PDF
Industrialización

Agricultor. El General Perón ¡cumple! ¡Siembre más y mejor!, rezaba el cartel (1951) del Plan de Fomento Agropecuario del Ministerio de Hacienda de la Nación.

 
Industrialización

Niños de la Escuela de Agricultura y Ganadería “Adolfo J. Zabala”. Creada el 30 de octubre de 1951 como escuela secundaria.

 
Industrialización

Casas, Blanca Alicia: El Alma Tutelar. Libro de lectura para primer grado superior. Editorial Luis Lasserre. Buenos Aires, 1954.