Día de la Enseñanza Agropecuaria
 
Siglo XX > Agroexportación
 

Entre 1880 y 1914, la República Argentina vivió un auge agroexportador. La región pampeana fue el eje de ese proceso; en ella se incorporaron avances tecnológicos con la intención de mejorar la explotación agrícola y ganadera y, a partir de ellos, se produjeron modificaciones en el aspecto socioeconómico, ya que quien deseara obtener un incremento cuantitativo y cualitativo en los productos, no sólo necesitaba realizar una mayor inversión de capitales para adquirir innovaciones tecnológicas (maquinaria, semillas, etc.) producidas en el extranjero, sino que debía contar con trabajadores que tuvieran ciertas habilidades laborales.

La Primera Guerra Mundial y la crisis de 1929 repercutieron negativamente en la expansión de la producción agrícola y produjeron cierto estancamiento, pero hacia fines de la década del cuarenta, ese fenómeno comenzó a revertirse.

Durante esta etapa, miembros de la élite dirigente –la mayoría de los cuales eran propietarios de importantes emprendimientos agropecuarios- y de la intelectualidad agronómica, detectaron la necesidad de mejorar la enseñanza agrícola. Entendían que, al recibir preparación, los agricultores mejorarían la productividad y se sentirían arraigados a la tierra, consolidando de ese modo su vida en la campaña. 

En los escritos de la época aparece la preocupación por algunas falencias en la  organización de las escuelas agrícolas. Entre ellas, la inestabilidad en los planes de estudio, la escasez de recursos debido a las fluctuaciones del presupuesto y a no generar ingresos propios; la carencia de conocimientos y prácticas específicas de los docentes que se desempeñaban en las escuelas agrícolas:

“[...] la mayoría del cuerpo docente no está preparado para una enseñanza de esta naturaleza. La instrucción al pie de obra de nuestras escuelas prácticas requiere una preparación especial en los maestros, que no se adquiere por haber seguido los cursos de una facultad o una escuela técnica. El verdadero profesor debe poseer conocimientos técnicos, teóricos y prácticos y aptitudes pedagógicas. [...] uno de los problemas más fundamentales de nuestra enseñanza agrícola es la formación del cuerpo de profesores, realmente habilitados para esta docencia”.

Pedro F. Marotta: “Nuestras escuelas agrícolas”, en: El Monitor de la Educación Común. Buenos Aires. Consejo Nacional de Educación, 1915. p. 43-44.  

La evaluación que realizaban agrónomos y pedagogos era que estos problemas podrían ser solucionados a partir de la sanción de una ley de enseñanza agrícola. Se presentaron proyectos de ley en 1907, siendo ministro de agricultura Ezequiel Ramos Mejía; se creó un Consejo Superior de Enseñanza Agrícola, a cargo del ingeniero Ricardo Huergo.

Las provincias también ensayaron diferentes remedios ante estas cuestiones. En Buenos Aires se creó, en 1919, una Dirección de Orientación Agrícola que dependía de la Dirección General de Escuelas que, en sus comienzos, estuvo a cargo del ingeniero agrónomo Joaquín Barneda. Este profesional escribió numerosos artículos en los que expuso sus ideas acerca de la agricultura en la escuela primaria; su rol educativo agronómico fue reconocido por destacados intelectuales de la época.

La tarea de Joaquín Barneda fue implementar la enseñanza agrícola en las escuelas primarias rurales con la finalidad de que los hijos de agricultores continuaran la actividad de sus padres y no aspiraran a migrar hacia el ámbito urbano. Estos intentos organizativos duraron poco tiempo. A pesar de ello, la Dirección de Orientación Agrícola se mantuvo hasta 1931.

La ley no se concretó, pero abundaron los planes para mejorar la educación agrícola porque tanto agrónomos como pedagogos entendían que dotar de conocimientos específicos posibilitaría que los agricultores realizaran un mejor uso del suelo y mejorara la producción, conforme a la exigencia y condiciones de cada región; se les asignaba a los productores no sólo una función económica sino también social. Se promovieron las explotaciones regionales, la escuela debía brindar conocimientos teóricos y prácticos en función de las necesidades y características del contexto donde estuviera inserta. Además, las escuelas realizaban actividades de extensión dirigidas a los agricultores veteranos; quienes también tomaban cursos de capacitación dictados por especialistas del Ministerio de Agricultura de la Nación. Estos profesionales además brindaban conferencias respecto de cómo eliminar plagas, realizar la hibridación de especies y destacar los beneficios de la organización de cooperativas.

Para paliar los efectos de la crisis de 1929, el Estado intervino en la producción agraria y su comercialización creando Juntas Reguladoras para controlar la actividad, equilibrar la oferta y la demanda y establecer precios básicos. En este período se mantuvieron las escuelas existentes en Dolores, Coronel Vidal, Tandil, entre otras;  la escuela de Santa Catalina -primera institución de este tipo- fue transformada en Instituto Fitotécnico dependiente de la Universidad de La Plata. Bajo su tutela estuvo también la escuela práctica de agricultura y ganadería “María Cruz y Manuel Inchausti”, de 25 de Mayo, creada en 1934 a partir de la donación de bienes realizados por la señorita María Cruz Inchausti. 

 

Le proponemos la lectura de una carta del maestro a cargo de la escuela “Inchausti”, dirigida al Dr. Ricardo Levene -decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la Plata- en la que requiere que esa institución pase a su cargo. Este es un ejemplo de los frecuentes cambios en la organización de la educación agraria producto de la falta del marco legal correspondiente.

Carta comunicando cambio de tutela de la Escuela “María Cruz y Manuel Inchausti”. Valdes, 30 de noviembre de 1936.
Fuente: Archivo personal de Ricardo Levene.

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Agroexportación

Edificio del Ministerio de Agricultura de la Nación sito Paseo Colón entre Estados Unidos y Carlos Calvo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 
Agroexportación

Cuaderno de orientaciones acerca de “El cultivo de la alfalfa en el país” escrito por el Ing. Agrónomo Juan Tenembaum y editado por el Ministerio de Agricultura de la Nación, en 1926.

 
Agroexportación

Escuela “María Cruz y Manuel Inchausti”, de 25 de Mayo, en sus inicios.