Jardín de Infantes Nº 902 “Ricardo Gutiérrez” – Adrogué
El Jardín de Infantes Nº 902, "Ricardo Gutiérrez", de Adrogué, comenzó a funcionar el 29 de abril de 1.949, con un acto presidido por la inspectora seccional, profesora Aurora Román de Arena.
El plantel estaba formado por su primera directora, Susana Pasos de Costa, tres maestras, una profesora de música, una visitadora de higiene, una celadora ecónoma, una ninera y un auxiliar.
La particularidad de ese acto fue que tuvo una gran asistencia vecinal. La mayoría de los vecinos de familias adineradas se asociaron y trabajaron para el Jardín, pero no enviaron allí a sus hijos. Cabe aclarar que, en ese contexto, la Comisión Directiva estaba formada sólo por hombres.
En 1950, la directora solicitó permiso a la Comisión Directiva para formar una sub-comisión de damas para organizar festivales, la que fue felizmente aprobada.
A partir de este momento, comenzó un arduo trabajo de los docentes con la comunidad, tal como constituir la entidad "Asociación Amigos del Jardín de Infantes Nº 902, el 20 de agosto de 1.949.
Aproximadamente, por el mes de mayo, comenzaron las clases con tres secciones en el turno tarde. La sala "rosa" era la de ninos de tres anos, la "celeste" era para ninos de cuatro, y la sala "verde", era la de cinco anos.
Catalina Roig de Pastor fue la primera vicedirectora. Catalina relata que en aquel entonces, las docentes salían a tocar puerta por puerta en las casas de los alrededores del Jardín, para explicar a los vecinos acerca de los beneficios de enviar a sus ninos a esta novedosa, pero noble institución. Recién después de 8 anos, se abrió el turno manana.
El edificio
El Jardín funcionaba en una casa de estilo inglés que contaba con un vasto parque muy arbolado, ya que antes había sido utilizada como casa quinta de quien había sido su propietario: Castellano Squiu. El dueno luego la alquiló al Ministerio de Educación. En los anos '70, tras muchos anos de gestiones y lucha, el edificio fue comprado por la cartera educativa de la Provincia.
Las habilidosas docentes habían convertido el que había sido el gallinero de la casa quinta en una hermosísima y afamada "casita de munecas", de la cual se hablaba y aún se habla -aunque ya lamentablemente no existe-en la comunidad de Adrogué. Era una casita de dos plantas, de tamano muy pequeno, justo para el disfrute de los ninos en el Jardín.
También como hoy, el Jardín tenía huerta y granja.
De las actas de la cooperadora del ano 1950, surge como información que los ninos desarrollaban especialmente trabajos de jardinería y de carpintería y, las ninas, el juego de la "casita de munecas". También realizaban actividades de higiene, con diario cepillado de dientes.
En el acta del 18 de noviembre de ese ano, figura un informe de la inspectora Haydee Galimberti de Guacci: "ensalza la obra pedagógica que realiza este Jardín, sobretodo de la carpintería infantil, que es el único que la Provincia posee".
El Jardín contaba con discoteca y bibliotecas por sección, se priorizaba la dramatización y los títeres, como también al taller con material de desecho.
Una de las actividades propuestas era la introducción de los ninos en aritmética, escritura y juegos sensoriales.
Este, por cierto, es un pedacito de aquel comienzo, con tantas ganas, con tanto amor, con tanta vocación que aúnn existe, porque esas grandes docentes supieron transmitirlo para las generaciones venideras.
