El Plan Educativo 2004/2007 se inscribió en un momento histórico de poscrisis de la Argentina en el cual era prioritario plantearse una educación al servicio de un modelo de Nación integrada, reafirmando desde la Provincia, la unidad del sistema basado en los principios de Federalismo Educativo.
Ese proyecto -concebido como un sistema único de educación con establecimientos de gestión pública y privada, que promovía la articulación entre Ciclos y Niveles, planificando en conjunto con las universidades e instituciones científicas y tecnológicas- se proponía, entre otras cuestiones: enriquecer la cultura de la población, extender la cobertura en el Nivel Inicial y crear condiciones para llegar a la obligatoriedad del Nivel Polimodal en una escuela exigente.
Algunas de las proposiciones del Plan 2004/2007 surgen del marco conceptual de las Leyes Nacionales de Educación y de Educación Técnico Profesional. La Provincia, en la misma línea, sancionó la Ley N° 13.688. En ella, se sintetizaron las consultas realizadas entre 2004 y 2007. El debate público y legislativo no se limitó a regular el funcionamiento escolar y habilitó posibilidades de modificaciones estratégicas, enmarcando los alcances filosóficos, políticos, éticos y culturales de la educación en la provincia de Buenos Aires.
Esta legislación, junto a la Ley Provincial de Protección Integral de Derechos de la Niñez y la Adolescencia (Ley N° 13.298) sintetizan el acuerdo alcanzado y contextualizan las acciones que, con vistas al Bicentenario, se materializarán en el período 2008/2011 y cuyos lineamientos ponemos a consideración del cuerpo de inspectores en este documento. Al cabo de este intercambio, se concretará un plan de acciones coherente con los objetivos trazados.
El Estado debe garantizar el derecho a la educación. La calidad social de la educación en el marco del Proyecto Nacional está expresada en las leyes mencionadas, mandatos populares que comprometen y responsabilizan a ejecutar un programa que cumpla con las metas que las mismas disponen.
En consecuencia, las condiciones materiales y sociales para que los alumnos puedan aprender en forma permanente en contextos diversos, implican una escuela inclusiva e integradora de los distintos sectores sociales.
Que esto ocurra en un sistema compuesto por más de 4.500.000 de alumnos, cerca de 19.000 establecimientos y 280.000 trabajadores, significa en magnitud y diversidad, un enorme esfuerzo académico, material y presupuestario. La provincia de Buenos Aires destina el 34% de sus ingresos al Sistema Educativo -el mayor porcentaje del país-, un universo en crecimiento y expansión constante.
El sentido de la escuela es el aprendizaje. Sus prioridades son educativas y no de contención social, tarea que incluye una perspectiva pedagógica. La educación ha dejado de ser una instancia asistencialista. Es necesario dejar atrás la etapa en la que la educación intentaba compensar las injusticias del modelo económico y avanzar hacia una educación que contribuya a un modelo de desarrollo.
En este sentido, esto requiere normas claras y consensuadas que diferencien los roles del docente frente a padres y alumnos, y al mismo tiempo valore a estos como sujetos de derecho. La calidad educativa es social, si los distintos sectores acceden al conocimiento y si ese conocimiento está validado a su vez por la cultura.
Una educación de calidad. La mejora de los aprendizajes, que es aún una deuda del sistema educativo en su conjunto, supone restituir una alianza estratégica con los docentes, actores decisivos de este proceso.
La actualización y formación de los maestros y profesores y la optimización paulatina de sus condiciones de trabajo constituyen entonces un núcleo central y decisivo en esta etapa. Esa voluntad conjunta de alcanzar la calidad social de la educación quedó plasmada en los acuerdos de paritarias y el abordaje de problemas postergados cuyas respuestas surgen del consenso.
La aplicación de los nuevos diseños curriculares y la capacitación en servicio se evidencian en esta estrategia tendiendo a que todos los docentes de la provincia de Buenos Aires tengan la posibilidad además, de graduación universitaria. Por eso, vamos a organizar, junto a la oferta de capacitación, la Universidad Pedagógica en el sentido señalado.
La Ley prescribe, con claridad, que es necesario erradicar toda forma de mercantilización de la educación, la misma es un bien social. Por eso es ineludible discutir una reglamentación que encuadre al conjunto de la oferta privada de capacitación para que no se desvirtúe el proyecto de la provincia de Buenos Aires.
Ciencia, Tecnología, Investigación e Innovación Productiva. La incorporación de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) y la presencia del Consejo Provincial de Educación y Trabajo en el sistema educativo bonaerense dan cuenta de la voluntad política de vincular educación y producción.
La ciencia, la tecnología, la investigación y la innovación productiva serán dimensiones decisivas en la construcción del universo simbólico y en la formación de sujetos críticos y autónomos preparados para la vida adulta.
Fortalecimiento del sistema y descentralización de recursos. Estos principios pedagógicos requieren un funcionamiento cada vez menos burocrático del sistema. Por lo tanto, profundizaremos la descentralización de recursos y la gestión institucional local con apoyo comunitario y planificación del Estado, el fortalecimiento de la cooperación escolar mediante su promoción, reorganización y actualización, y la implementación de nuevas herramientas de administración y control de los Consejos Escolares.
La inclusión en Educación Inicial, la extensión horaria en la escuela Primaria junto a la disminución de la tasa de repitencia y sobreedad, la obligatoriedad de la escuela Secundaria y la reducción de la deserción en l a misma son objetivos esenciales de una política educativa que propone una escuela que exija, que proteja, que no abandone, que acompañe, pero que enseñe, evalúe y acredite saberes.
Está por delante el objetivo de lograr que todos los adultos terminen su escuela Primaria y Secundaria, de posibilitar que en cada escuela técnica los jóvenes y adolescentes puedan aprender un oficio y concluir sus estudios respetando sus tiempos, sus circunstancias y sus posibilidades.
Este crecimiento supone la necesidad de concebir formas alternativas de financiamiento que permitan incrementar la inversión en infraestructura, en cargos, gabinetes, horas de Educación Física y de Artística, en todos los Niveles y contar con los vehículos necesarios para las escuelas especiales.
La adecuación de las normativas a las nuevas leyes en el marco de las paritarias, que es uno de los grandes logros que la Legislatura ha dado a los trabajadores de la educación de la Argentina, redundará en un mejor funcionamiento del sistema. Ese funcionamiento está directamente ligado al trabajo de los inspectores en sus diferentes grados de responsabilidad que, en su complejidad política y pedagógica, establecen el nexo entre el nivel central y el territorio, entre los grandes objetivos y su concreción, entre la prevención y la intervención ante los conflictos.
Por lo tanto, y agradeciendo el esfuerzo que les implica esta enorme y masiva convocatoria, queremos comenzar compartiendo con ustedes un primer documento, con el afán de discutirlo y mejorarlo, para que se transforme, con sus valiosos aportes y comentarios, en un plan de acciones concretas en el futuro inmediato.